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En los lirios
del campo, que tiemblan
y se dejan
mecer por el viento,
con mis brazos
celestes
y un incendio
en los labios.
En los lirios
que apenas pronuncian
la inocencia
fugaz y renacen
resplandor y
tiniebla,
con un sauce y
un rio en mi seno.
En los lirios
que inclinan su oído
al murmullo
sutil de la bruma,
así voy, con mi voz y mi herida
sobre el
caballo fiel de las auroras.
Jeniffer Moore
