
Poema para la reina de
Saba
A Analía Podestá, in memorian
Te vi en el sueño, serena sonreías
extendida en el abrazo como antes
cuando en nuestro pecho
cabecitas con
piojos suplicaban cariño.
Como era entonces, cuando las tormentas
empujaban mar adentro y temblaba
mi casa en las
arenas, sus líquidas paredes,
y nuestros pies descalzos.
Reina de Saba con tus presentes de oro,
ese brillo sin igual de tus palabras.
Mi niña en tus jardines, dio sus primeros pasos;
por las ventanas de la casa grande
vio los mismos crepúsculos dorados
que soñabas para ella, maternal e infinita.
“Escanéame, dijiste, y muéstrales
que no hay por qué rendirse.”
Yo te he visto oficiar de gladiadora,
como una fiera defendiendo hijos
que no eran tuyos. Pequeñitos
de delantales blancos y la piel tiznada
en cuyos ojos dormían las tristezas.
Todos los niños del mundo te dan gracias,
con tu presencia la escuela fue delicia
que nunca olvidaremos.
Migrante sin anuncios
no pude estar contigo peleando tus dolores
pero las golondrinas de Abril en mi ventana
confesaron al viento que te habías ido
en el vuelo triunfal de los tenaces.
Jamás ha de extinguirse tu presencia, reina
tu copa cristalina renueva nuestros sueños,
tu huella poderosa se adelanta.
Jeniffer Moore
No comments:
Post a Comment